Preparar un almíbar hirviendo el agua y el azúcar en una olla pequeña hasta que el azúcar se disuelva
Una vez listo, dejar entibiar mientras se preparan las frutillas, lavandolas bien y removiendo el cabo
Remojar una hoja de gelatina, escurrir y agregar al almíbar tibio para disolver.
Procesar las frutillas junto con el almíbar y transferir a una fuente amplia antes de llevar al congelador.
Periodicamente, remover con un tenedor para desarmar cristales de agua en el sorbet, hasta que esté completamente sólido
alternativamente, congelar de una vez hasta obtener una lámina delgada de helado sólido y cortar trozos para procesar en una procesadora potente hasta obtener un sorbet cremoso.
Antes de servir, dejar temperar fuera del congelador unos 5 a 10 minutos para obtener la textura ideal
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